Hoy les traigo una imagen. La he visto esta mañana en cuánta razón y no me resisto a reproducirla aquí: paisajes de todos los lugares sobre los que hemos caminado, ya sea en persona —solo dos, por ahora— o mediante ingeniosos emisarios robóticos.
Creo que la imagen representa perfectamente dos cosas. En primer lugar y sin lugar a dudas, la diversidad y la belleza de este Universo que nos ha tocado en suerte. Y en segundo, nuestra capacidad de cooperar, de acometer las empresas más pioneras y arriesgadas, aquellas que se internan con decisión en lo desconocido para buscar respuestas —sobre el Universo y sobre nosotros mismos—, movidos, como estamos, por el motor de la insaciable curiosidad humana.
A mí me impulsa a soñar. ¿A ustedes no?