Lo comenté el domingo por Tuiter, pero como estaba de viaje y muy rodeado de vida social, no encontré tiempo para dejar constancia por aquí de lo contento que estoy: mi relato La última huella ha resultado ganador del III Premio TerBi, que organiza  la Tertulia de Ciencia-Ficción de Bilbao. El tema de este año era «Viaje espacial sin retorno», que he aprovechado para hacer algo… bueno, algo con más mala leche de lo que es habitual en mí —últimamente me estoy asustando— en clave de ciencia-ficción dura. Pero no les quiero adelantar más de la cuenta; dentro de unas cuantas semanas podrán leerlo (avisaré) ustedes mismos junto a los relatos de los 11 finalistas, a los que quiero dar la enhorabuena.

Y ya que estamos y en lo que esperamos, aprovecho para invitarles a leer los relatos que presenté a las pasadas convocatorias del premio; Eva, sobre el tema «Mutaciones», y El gen olvidado, que trataba sobre «Inmortalidad». Ambos quedaron finalistas. ¡Espero que les gusten!

(Como dije por Tuiter, tengo que agradecer especialmente a Juanjo Valderrama, Daniel Marín y María del Mar Rubio, que ayudaron —mucho— a que el relato llegara a buen puerto.)